Estas en tu casa lo mas pancho disfrutando de tu tiempo libre cuando, de pronto, un inesperado suceso: uy, se cortó la luz. Sin pensarlo, vas directamente al primer interruptor que encuentres a probar un par de veces si prende, aunque ya sabías que eso no iba a pasar.

¿Qué sigue? Ir a ver si saltaron los tapones o la térmica. Aunque no tenes mucha idea de lo que eso quiere decir, pero te alcanza con saber que esa perillita tiene que estar siempre para arriba. Te disponés a buscar una linterna para ir a chequearlo, pero ninguna tiene pilas. Vas entonces en busca de las velas...pero no tenés la menor idea de dónde están, si es que hay. Te lamentás por no haber comprado esa linternita a fricción que vendían el otro día en el tren. Pero no! se te prendió la lamparita (es gracioso porque no hay luz supuestamente, cachai??). Entonces empezás a sacarle las pilas a cual cosa se cruce en tu camino hasta que después de 3 controles remotos, 4 juguetes de tus hermanitos, 1 cámara de fotos y 1 teclado inalámbrico encontrás las que necesitabas. Vas a ver y, efectivamente, no es ninguno de los botoncitos del panel ese, el problema viene de afuera.

¿Y ahora qué hacemos? De pronto te das cuenta que todo lo que te divierte hacer o te entretiene no sirve cuando no hay luz. No hay televisión, no hay cómo escuchar música, no hay cómo ver una película, no hay computadora. Te ponés a pensar entonces que hacer. Podrías leer un libro, pero no sos de leer mucho...o no encontrás nada que te dé ganas de leer. ¿Escribir? pero ¿qué? ¿Estudiar? Te reís de solo haberlo pensado...no estás taaaan desesperado por hacer algo.

Hay quienes cuentan con la fortuna de tener una notebook con la batería cargada que les podrá brindar al menos unas 2 horas de entretenimiento...pero al poco rato se dan cuenta de que el modem necesita luz para funcionar, por lo que no hay internet...¿una computadora sin internet? (lo dejamos para otro post).

Finalmente, después de leer un mensaje de texto de un amigo que te echa en cara todo lo que lo burlaste cuando se compró ese dvd portatil, decidís tirarte a dormir al son de 'Oh, ¿y ahora quién podrá defenderme?'

Bueno, no esperes al chapulín porque, como no hay luz, no puede abrir el portón eléctrico.