Si, quiero  

Posted by Nico

- Una buena mila (napo o no, a su gusto) con papas fritas
- Panchos con pure (de papas, obviamente)
- Un paty con jamon, queso y un bueeen huevo frito


Las antes mencionadas son tan solo algunas de las comidas que uno seguramente se tienta de comer con simplemente escucharlas nombrar. Fact.

A todo el mundo también le encanta ir a casamientos. Dos personas celebrando su amor el uno hacia el otro, empezando a escribir un nuevo capítulo de sus vidas que terminará solo cuando la muerte los separe. Zip it. Todo muy lindo, pero eso no nos interesa en este momento.

Termina el oficio religioso, y un rato después ya en el salón llega el momento de la comida y.....nos empiezan a presentar platos llenos de cosas que uno creía solo existían en...en...no, que no podían existir ¿Por qué? ¿Por quéééééé?

Las leyes básicas de la gastronomía popular (P.G.B.R., por sus siglas en inglés) dicen, en su primer apartado, que toda comida debe al menos poder reconocerse por su aspecto antes de ser introducida en el organismo. Pero va más allá de eso.

¿Cuál es la necesidad de la gente que se casa de servir comidas raras y poco atractivas? ¿Será para que después vayas y bailes toda la noche para olvidarte de esa horrorosa cena? ¿Será que McDonald's tiene un arreglo multinacional para captar clientes insatisfechos con sus comidas? ¿Será que todos los novios se pelean para ver quien hace la comida más repulsiva para que nunca te olvides de su casamiento?

Les juro que si alguien me sirve una milanesa con papas fritas en su casamiento no lo olvidaré jamás. Y si no planean hacerlo, no se casen.

Sean felices y coman perdices (que seguro como les gusta la comida rara las van a disfrutar) y de paso, no le arruinen el estomago a sus seres queridos.

This entry was posted on viernes, 17 de abril de 2009 at viernes, abril 17, 2009 . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

1 comentarios

Ah. COMO TE BANCOOOOOOOOO!!!
Alguna vez presenciaste el horroroso momento en que se toma esa decisión? Yo si.
Ojala nunca te pase. Es un ámbito que escapa a las reglas de la lógica. Ni hablar de las PGBR o de las impuestas por la Comisión Bimestral de Suculencias Ordinarias Gastronómicas Tradicionales. (CBSOGT)

17 de abril de 2009, 10:41 a. m.

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